A lo largo del planeta, las aves migratorias que se reproducen en el hemisferio norte emprenden sus viajes durante el invierno hacia los climas más cálidos del sur. Estos viajes abarcan grandes distancias y esfuerzos, entre los cuales se destacan los espectaculares viajes de las aves playeras del mundo – considerado los atletas de alto rendimiento entre las aves migratorias.
En Norteamérica, las aves playeras figuran como los primeros migrantes del otoño y los adultos inicialmente abandonan las zonas de cría del Ártico norte y los bosques boreales en julio ¡pronto seguidos por los más jóvenes que apenas eclosionaron unas semanas atrás! Durante el mes de agosto, la migración de las aves playeras se encuentra en pleno apogeo y frecuentemente se observan estas aves durante sus escalas en los humedales y las zonas costeras del sur de Canadá y el norte de EE UU.
Los Chorlitos Dorados Americanos anillados-Las últimas noticias
Uno de los viajes que no podemos perder de vista es el de los chorlitos dorados americanos (American Golden Plover), que fueron provistos con transmisores GPS por un grupo de biólogos que laboraban en la zona de uso especial del lago Teshekpuk en el North Slope de Alaska. El chorlito dorado americano, de tamaño de una codorniz con un aspecto llamativo, es, quizás la más veloz de todas las aves playeras. Su velocidad es un requisito para emprender su extenso viaje migratorio cada año que alcanza hasta 32.000 kilómetros y pasa por 39 países, uno de los trayectos migratorios más largos de cualquier ave. De hecho, dos veces al año atraviesa el hemisferio occidental desplazándose entre sus zonas de cría árticas y boreales en el norte y sus zonas de invernada en el sur de Sudamérica. Sin embargo, requiere un hábitat de alta calidad a lo largo del camino para descansar y reposar con seguridad en preparación de la siguiente etapa de su viaje.
El proyecto de seguimiento del chorlito dorado americano tiene como objetivo, precisamente esto- destacar la importancia de los hábitats de las aves durante su migración hacia el sur. El proyecto es fruto de la colaboración entre Manomet, Inc, la Red de Reservas del Hemisferio Occidental (WHRSN), el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU.-Región de Alaska, Audubon Alaska, el Programa de Conservación Boreal de la Sociedad Nacional Audubon y la Iniciativa de Aves Costeras de la Ruta Migratoria del Atlántico. Durante el último mes, los chorlitos anillados se desplazaron hacia el este a través del Paso del Noroeste desde sus zonas de cría en Alaska hacia el Atlántico Norte.
Durante el camino se engordan a base de insectos y fruta para pronto emprender un viaje sin escalas de 4.032 kilómetros que cruza el océano. El 6 de septiembre del 2023, estas aves anilladas sobrevolaron el este de Canadá. Otras atravesaron la isla de Baffin y se desplegaron hacia el este de Canadá. Algunas ya habían atravesado la isla de Baffin y se dirigían hacia el mar del Labrador y el Atlántico Norte.
Sin embargo, una de las aves (ID nº 243890) se desplazó hacia el sur, deteniéndose a lo largo de la costa noroeste de la Bahía James, donde existe la propuesta de crear una Zona Nacional de Conservación Marina dirigida por una comunidad indígena. La zona se destaca por la Red WHSRN como un área de importancia hemisférica para las aves playeras migratorias debido a que es un hábitat crítico de escala, en donde paran al menos 25 especies de aves playeras.
Se acerca un viaje transatlántico tenebroso
A partir de este momento, todas las aves cruzarán el Océano Atlántico en un viaje sin escalas. Hay motivo para temer que estas aves topen con el huracán Lee durante su viaje esta semana. Las severas tormentas que van en aumento debido al cambio climático representan uno de los innumerables obstáculos que deben enfrentar las aves playeras a lo largo del ciclo anual.
Desde 1970, la frecuencia e intensidad de los huracanes que afectan el Atlántico han incrementado paralelo al aumento de la temperatura de la superficie del mar. Las inclemencias meteorológicas suelen provocar un fenómeno conocido como caída migratoria, en el que las aves migratorias descienden rápidamente del cielo para buscar refugio en tierra y escapar el temporal. Sin embargo, esto no es una opción para aquellas especies como el chorlito dorado americano, que sobrevuelan el mar. El hecho de volar contra corriente podría provocar el consumo precoz de sus reservas de energía y su agotamiento. Otras podrían ser arrastradas y desviadas lejos de su ruta migratoria. Algunas, no obstante, vuelan directamente hacia el ojo del huracán en busca de refugio.
"Las tormentas tropicales se han convertido en huracanes a un mayor ritmo y afectan las migraciones transatlánticas de las aves migratorias", afirma Rick Lanctot, Coordinador de Aves Playeras del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU.-Región de Alaska. "En este caso, las aves que van a la cabeza tendrían que pasar por el ojo de una aguja para pasar entre dos tormentas -los huracanes Lee y Margot- mientras que las demás las siguen podrían desviarse (o ser empujados) hacia su interior, predisponiéndolos a otros riesgos."
¡Permanezcan atentos, fans de Tullik!
Mientras tanto, el equipo del proyecto espera con ansias la siguiente actualización de la ubicación de las aves que se descargan semanalmente desde los satélites en órbita, para conocer el destino de las aves durante la próxima semana.
Los invitamos a seguir el trayecto de las aves y monitorear su viaje en la página de seguimiento de la Odisea de Tullik, en donde encontrará un mapa interactivo del trayecto de las aves. Puede obtener más información sobre el proyecto y el equipo en WL AIFUIWNR TulliksOdyssey.org.